La materia es en si misma una forma de vibración energética, todo lo que existe se considera como Ki.
Lo entenderemos mejor si limitamos nuestra interpretación del Ki a lo que anima la materia., además de sus cualidades básicas de unión el Ki es también la energía asociada a cualquier movimiento, tanto si se trata del movimiento del mar, del viento, de la sangre o del caminar.
Todas las cosas inanimadas y animadas deben en consecuencia tener Ki para existir y más Ki para moverse.
Debemos tener una entrada constante de Ki en nuestro cuerpo para mantener las cosas unidas y en movimiento. Esta entrada tiene tres fuentes principales; las que heredamos de nuestros padres al nacer y posteriormente obtenemos del aire y de los alimentos.